15 de diciembre de 2009

El eterno espíritu de Woodstock

>> El histórico encuentro de rock fue un evento marcado por la juventud hippie, la música y la experimentación con drogas. Cuatro décadas después, su influencia aún perdura.

"Les recomiendo, si no tienen tienda de campaña o algún lugar donde ir, que busquen un pedazo de tierra, digan buenas noches a su vecino y agradézcanse a ustedes mismos por haber hecho de hoy, el día más agradable de nuestra vida”, le dijo la persona al frente del micrófono a toda la gente que se encontraba en el lugar. De esta manera finalizó la segunda jornada del festival de Woodstock.

Se realizó el 15, 16 y 17 de agosto de 1969, en una granja de Bethel, una localidad cercana a Nueva York. Aproximadamente 500.000 personas fueron las que asistieron, una cantidad mayor de las que esperaban Michael Lang, Artie Kornfield, John Roberts y Joel Rosenman, responsables de la organización del festival.

La realidad indica que el festival de Woodstock es recordado hasta hoy no sólo por los músicos que participaron en él. Los reclamos y los pensamientos de una contracultura constituida por jóvenes que pensaban de distinta manera que la autoridad gubernamental -Richard Nixon era el presidente-, se vieron reflejados en este suceso.

“No fue solamente un festival de música sino que fue también un encuentro de tribus acuarianas, como se llamaba en ese momento a los jóvenes que formaban parte de la contracultura, de una nación alternativa”, sostiene el redactor de la revista La mano, Alfredo Rosso. El periodista especializado en rock explica que “la contracultura significaba aquella cultura joven que se oponía al sistema, entendido el sistema como las voces del gobierno, de los padres”.

En este sentido, la licenciada en Ciencias Políticas y Psicología Mónica Ruggiero define a Woodstock como “una fotografía de lo que estaba pasando en muchos lugares”. Ubica principalmente dos sucesos: el Verano del Amor de 1967, celebrado en la ciudad de San Francisco, y el Mayo Francés, ocurrido en 1968.

Crédito: Hippie, Global Rythm (2006)

Además, Ruggiero destaca una “exaltación de lo sensitivo” que según ella se logró apreciar por medio de la liberación sexual y experimentación con drogas, como expresión de una “revolución de las costumbres” postulada por esta contracultura.

Desde el aspecto musical, el festival contó con las presencias estelares como la del guitarrista y cantante Jimi Hendrix, Janis Joplin, los británicos The Who con un Pete Townshend que sólo le dio algunos golpes a su guitarra (algo atípico en él), Creedence Clearwater Revival, Crosby, Stills and Nash y Jefferson Airplane con Grace Slick a la cabeza, entre muchos otros.

“Nunca se habían juntado figuras de ese nivel en un mismo lugar”, dice Tom Lupo, periodista y psicólogo que conduce Tarde o temprano junto con el periodista Jorge Halperín, en Radio Nacional. Todos ellos deslumbraron durante tres días a la juventud hippie que vivió el festival disfrutando del rock, por momentos de la lluvia y experimentando con distintas drogas, principalmente LSD, pilar de la psicodelia característica de esos días.

En relación al impacto que logró en su época en nuestro país, Lupo y Rosso coinciden en que el documental titulado “Woodstock” y dirigido por el estadounidense Michael Waldleigh tuvo un papel esencial a la hora de comunicar a los argentinos lo acontecido en el festival. “Fue tal la difusión, que se transformó en un ícono”, dice Rosso, haciendo referencia a lo logrado por el documental, que llegó a la Argentina en 1970. “Las repercusiones fueron tan importantes –comenta Lupo–, que en varios países del mundo, el documental se dio durante años, como un deseo de vivir algo inolvidable”.

Luego de Woodstock, gran cantidad de festivales comenzaron a desarrollarse gracias al impacto que logró. Según Lupo, “fue un ejemplo de organización y producción inéditas, el sonido fue excepcional y la comunión entre los artistas y el público inauguró un nuevo estilo de megafestivales”. Por otro lado, Rosso remarca la influencia del festival como una “transmisión de vivencias y cultura y la manifestación de que en ese momento el rock era el vehículo de expresión de todos los reclamos de la contracultura”. Una manifestación que se vio plasmada durante esos tres días, pero que fue reflejo de toda una generación musical.


Escrito por mi amigo y colega Santiago Berisso, para CincoW


Ahora les dejo un tema que, aunque está quemadísimo, me sigue retrotrayendo al hippismo de antaño:


7 comentarios:

  1. ¡Qué bueno hubiese sido haber estado en Woodstock, la puta que lo parió!

    Excelente la nota.

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  2. Me dieron ganas de drogarme

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  3. necesitamos un woodstock por aca abajo, creo q a los q menos escuchan en este pais es a los jovenes con ideas nuevas... siempre se retrotraen a cosas q ya pasaron... y con festivales que lamentablemente son escabezados por bandas como MIRANDA!!

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  4. "Les recomiendo, si no tienen tienda de campaña o algún lugar donde ir, que busquen un pedazo de tierra, digan buenas noches a su vecino...
    Genial el flaco qe dijo eso,coincido con que hubiese estado bueno estar en Woodstock,pero no tengo ganas de drogarme en este momento,jaja
    Muy mal no la pasaban exaltando lo sensitivo parece. Estaria bueno que resurja la época hippie, con solo pensar en combis decoradas de esa manera ya me parece divertido:)
    Muy buena la nota Santi Berisso!
    Farita:)

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  5. Una nueba de humo denso, el olor a rosas y ángeles inquietos, ¿qué más da? Vamos a soñar.

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  6. muy buena nota. Escrita desde el alma. aún podemos mantener ideales que son esenciales pero no hace falta drogarnos. Nuestra propia inspiración ,voluntad y compromiso.

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