11 de noviembre de 2012

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Phonocracy

RDFa Calendar Test Page

At my desk!, I have Phone Shift, on November 14th at 10am for 3 hours, DanC

11 de febrero de 2011

10 de diciembre de 2010

Nadie para al heroico Julian Assange

>> En esta animación en 3D, podemos entender claramente la situación de Julián Assange y del atropello que están haciendo los poderosos a la democratización de la información mundial.


17 de noviembre de 2010

"Esta es la magia: vivir en problemas y ser feliz"

>> A continuación les cuento la historia de vida de una artista "sin manos" que logró salir adelante y triunfó en lo que le gusta.

María Sánchez tenía dos años y vivía en el Chaco cuando, sin que nadie lo esperara, fue gravemente afectada por una secuela de poliomielitis. La enfermedad le produjo una discapacidad motriz y respiratoria, que la confinó, de por vida, a depender de una silla de ruedas y un pulmotor.


Como tantas otras personas alcanzadas por esta dolencia, se fue a vivir al hospital María Ferrer. Allí pasó toda su lactancia y parte de su niñez. Luego tuvo la posibilidad de estudiar en la Fundación Vivienda, Trabajo y Capacitación del Lisiado (VITRA) en donde, entre otras cosas, se destacó en artes plásticas. Y, dada su condición, se valía de su boca para crear. “Usábamos la boca para mover el lápiz o el pincel. Y eso fue desarrollando la capacidad”, cuenta María, sentada frente a un lienzo en su taller.

Todo comenzó en la escuela secundaria. Por entonces, solía participar de un juego entre dos equipos. La apuesta consistía en disputarse un globo, pegándole con varillas que sostenían con la boca. De esa forma, poco a poco fue adquiriendo la capacidad de pintar sin manos.

María forma parte de la Asociación de Artistas Pintores con la Boca y el Pie de la Argentina. A los 30, mientras tomaba clases de pintura, una persona de esa entidad le ofreció participar de una competencia. El premio era conseguir financiación para sus pinturas.

Pero, de repente, entró en un pozo depresivo. En aquel tiempo, la artista parecía no tolerar nada, ya rechazaba, una y otra vez, todo cuanto la rodeaba. “El rencor… Cuando uno tiene mucho rencor, pasa al odio”, suspira, mientras su mirada se pierde en la memoria. “Le di mis cuadros a una amiga para que se los lleve. Casi pierdo todo. Tuve que estar en lo más oscuro para conocer al amor y a Dios”, recuerda.

María recuperó sus fuerzas y ganó la beca que otorgaba el mencionado concurso. Y ahora es artista exclusiva de la asociación. Sus obras aparecen en almanaques y tarjetas comerciales y, por ello, percibe ganancias económicas que la sustentan. Logró sobresalir en lo que le gustaba y ser independiente.

“Hoy la mirada es totalmente diferente. Esta es la magia: vivir en problemas y ser feliz”, advierte María. Y precisa: “El factor desencadenante de continuar con la pintura fue Dios, porque Él me sacó del estado anímico en el que me encontraba”.

Escrito para "El otro, el mismo" de Clarín

12 de noviembre de 2010

¡Curso de copyright a Carrió urgente!

>> ¿Para qué los políticos incursionan en la web 2.0 si, al hacerlo, infringen leyes básicas? Elisa Carrió utilizó un video que no respetaba el copyright y tuvieron que clausurarselo.

En el sitio web de la Coalición Cívica se aparece un header con la leyenda: "El futuro es hoy". Al margen de que para cualquier persona con los pies en la Tierra el futuro es mañana y el presente es hoy, el partido de Carrió intentó "embbediar" un video de YouTube para dársela de moderno.

Sin embargo le pifió fiero. El video no respeta las leyes de la propiedad intelectual, por lo cual cuando uno entra al sitio web de la CC e intenta ver el spot, aparece este manso escrache:


La traducción de lo que dice la foto es: "Este video no está más disponible porque la cuenta de YouTube que lo publicó fue eliminada luego de múltiples denuncias por incumplimiento de las normas de copyright"

Ya lo decía un viejo geek allá por los ´90: dime como usas Internet y te diré como eres gobernando.

7 de noviembre de 2010

Las parejas jóvenes y el sueño de “la casa propia”

>> Un Proyecto de Ley en diputados sugiere otorgar créditos blandos para parejas jóvenes que quieran irse a vivir solas. De sancionarse la norma, se resolvería el principal inconveniente de la juventud: conseguir una casa propia.

Por la mente de una persona de entre 18 y 30 años suelen transitar muchos pensamientos: recibirse rápido, conseguir un trabajo estable, conquistar una novia o un novio que sea “para siempre”. Todos, como es de esperar, apuntan hacia el futuro y se mantienen expectantes y ansiosos.

Pero de entre aquellas preocupaciones, una destaca por ser dificultosa: dejar de alquilar o vivir con los padres para enraizarse en un terreno propio y no tener que depender de nadie más. Es el sueño de la casa propia que, si bien también lo tienen muchos adultos, aparece con frecuencia en los grupos juveniles.


Al parecer, en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación observaron el problema con detenimiento y uno de sus miembros, el diputado Juan Carlos Dante Gullo, presentó un Proyecto de Ley para crear el “Régimen Nacional de incentivos para la adquisición de vivienda única, familiar y permanente para parejas jóvenes”.

En pocas palabras, propone entregar créditos blandos a parejas que quieran irse a vivir solas. “Se pretende llegar a todos aquellos jóvenes que lo necesiten y cumplan con los requisitos. Pero el alcance y la cantidad de dinero a prestar es algo que se determinará una vez se debata el proyecto en el Congreso. El Proyecto recién está en la Comisión de Vivienda todavía”, aclaró a Se escapa la semifusa el autor del Proyecto, el diputado nacional Dante Gullo.

Pero, ¿qué es un crédito blando? “No es una subvención camuflada como algunos creen, sino un crédito con mayores facilidades de pago y una tasa más accesible a la realidad de un joven”, explicó el licenciado en economía Gustavo Eidlin a este blog.

La medida tuvo amplia aceptación en el sector juvenil. Esto no es de extrañar, ya que los números hablan por sí solos a la hora de describir la frágil situación que enfrenta el sector.

Según un estudio realizado por Reporte Inmobiliario –una asociación que concentra la información y las investigaciones en materia de bienes raíces-, para acceder a la vivienda propia se necesita ahorrar durante ocho años la totalidad de un sueldo promedio de mil pesos. Esta cifra duplica las estadísticas de hace diez años atrás.

Si se calcula que el sueldo promedio de un joven –con trabajo estable- es de mil pesos, en ocho años reunirá 96 mil, lo que le alcanzará únicamente para comprar un departamento de un ambiente en Almagro. Esto si no gasta un centavo de su sueldo en nada más.

A su vez, los préstamos bancarios que se ofrecen tampoco favorecen la compra de la casa propia. “En los noventa, de quienes compraron vivienda el 40% lo hizo con créditos hipotecarios. Luego de la crisis del 2001 –y de los remates-, la tendencia cayó y esa cifra terminó, para el 2007, en 8,7%”, comenta Rubén Ciccilli, dueño de una inmobiliaria y abogado asesor en adquisición de empréstitos hipotecarios. “Las ofertas de los bancos en materia de hipotecas son escasas y cuando las hay, los requisitos son imposibles”, agregó Ciccilli. A todo esto se le suma el desempleo juvenil (ver apartado abajo).

Es por eso que, si se sanciona la ley de créditos blandos para parejas jóvenes, se facilitaría el camino de una generación que, de otro modo, podría perderse.

El diputado Dante Gullo explicó a Se escapa la semifusa que los requisitos para acceder al empréstito son “tener entre 18 y 30 años y estar casados por civil o haber convivido por un mínimo de dos años en concubinato”.

Los créditos a repartirse tendrán un plazo máximo de veinte años y la tasa será de un 30% por debajo del promedio de las tasas vigentes en los créditos hipotecarios.

Aun así, los ciudadanos no tienen absoluta confianza. El miedo principal es que se repita lo que se vivió allá por el 2001. “Cuando mi viejo pidió un préstamo hipotecario en los noventa, para el 2001 le estaban rematando la casa porque le habían acortado el plazo y no podía pagarla”, recuerda Tomás, quien, con 23 años y luego de estar alquilando con su novia un monoambiente por más de dos años, decidió empezar el dificultoso camino de hacerse propietario.

Es por eso que el Proyecto de Ley -que también lleva las firmas de los diputados Gustavo Marconato, Diana Conti, Ariel Pasini y Gerónimo Vargas Aignasse- establece que “Las viviendas adquiridas o construidas mediante el presente régimen se considerarán, a todos los efectos y sin necesidad de trámite especial, como Bien de Familia”. Es decir que, por proteger jurídicamente al núcleo familiar, los inmuebles adquiridos quedarán al resguardo de cualquier posible ejecución o remate en un futuro por falta de pago del préstamo.

Por su parte, el economista Eidlin también reconoce que puede existir un peligro si la gente no devuelve el dinero. “De todas formas, como no creo que sea tan multitudinaria la entrega de estos créditos, la incobrabilidad no sería de un peso significativo”, consoló. Mientras que Dante Gullo, autor del Proyecto, manifestó que “el gobierno debe cerciorarse de que se pueda cobrar eso. Y la justicia debe velar por el correcto funcionamiento de la ley, en el caso de que el gobierno cambie. Las leyes están hechas para cumplirse”.

Para terminar, Eidlin aconsejó a los jóvenes que piensan en irse a vivir solos “que trabajen mucho, ahorren, piensen en su futuro (no sólo en el presente) y estén a la expectativa de posibles facilidades que pueda brindar el Estado para acceder a la vivienda propia” y, en cuanto al Régimen que instalaría el Proyecto, pidió que “si se llega a aprobar una ley así, se piense cuidadosamente su reglamentación y no se generen falsas expectativas en el mercado”.

Desempleo juvenil en alza

Tomás, con 23 años, acaba de recibirse de licenciado en Comunicación y, hasta que consiguió su trabajo actual, estuvo dos años buscando. “Me metí en todos lados: Zonajobs, Computrabajo. Llegó un punto en el que me desmotivé. Tenía, por fin, el título en mano y era joven, pero ahora, además, me pedían excesiva experiencia o algún contacto relevante. Todo lo querían por unos míseros mangos”, contó a este blog.

Según la Organización Internacional del trabajo (OIT), el desempleo juvenil creció en los últimos años y hoy, en los países en vías de desarrollo, 152 millones de jóvenes tienen problemas de empleo, ya sea porque ganan muy por debajo de la Canasta Básica o porque no tienen trabajo.

Además, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) el desempleo juvenil es del 16% y duplica al de los adultos. El informe también asegura que solo el 36% tiene derechos laborales garantizados –es decir, están en blanco con vacaciones pagas y un mínimo de ocho horas diarias- y que a muchos les cuesta conseguir trabajo porque les piden una contradicción: experiencia y juventud.

De acuerdo a Gustavo Eidlin, licenciado en Economía, “el desempleo juvenil se soluciona con más inversión en el sector privado por parte de los empresarios y mayor interés por la capacitación y profesionalización de los jóvenes”.

7 de julio de 2010

Fragmentos de nuestro naufragio, acaecido el 20/01/2014

>> Entrega de ficción. ¡Corta pero con sustancia!

Constituía un contradictorio placer el remar, exhausto, ante la mirada despreocupada de mi novia. Cansada de inquietarse, dejaba su ateísmo de lado para confiar el momento a su único dios: el novio. El sol relumbraba sobre mi frente. Mi torso desnudo ya no era sugerente. Rojo de cansancio, lastimado y frágil por el hambre, luchaba remo a remo contra un espacio sin referencias.

Cuando llegaba la hora de comer, mi novia saboreaba lentamente lo que yo le dejaba, mientras mi estómago se regocijaba con los banquetes que Néstor compartía con Telémaco en una vieja edición de la Odisea que había logrado sobrevivir a la caída. Mi imaginación me saciaba, pero más lo hacía el sacrificio redimido. Ella, por lo menos, comía.

Jamás hubiera creído que nuestros deseos de aventura concluirían en infortunios desesperantes. Pero nada importaba. Tenía todo calculado. Volábamos a 250 Km. por hora. A las siete, según ella le había preguntado al piloto, estábamos a la altura de Guadalajara. Ahora, luego del brusco descenso, eran las diez. Por lo que, si mis cálculos no me fallaban, andábamos a 750 Km. de Guadalajara, en dirección oeste -por la puesta del sol-. Y allá íbamos, al sol.

De todos modos no fue mi razón, sino sus palabras, las que me estimularon: “Ya fue, Juan, no remes más. Si nos morimos, lo hacemos juntos”. No es que no haya querido morirme junto a ella. Sinceramente ese era mi mayor sueño, pero quería que nuestro hijo tuviese una vida. Sentía que todavía no habíamos cumplido, además, nuestra misión en la Argentina. Por todo eso seguí remando.


Dos horas después –que se pasaron rápido gracias a un intenso debate entre mi novia y yo sobre la autodestrucción del capitalismo-, la noche cayó sobre nuestras cabezas. Una penetrante oscuridad apagó los horizontes de alrededor. No se veía nada y solo se oía el aleteo de algún tiburón a nuestro alrededor.

“En la aspiración hay más goce que en la consumación, escribió Shakespeare una vez”, le dije. “Yo no sé que fumeta se pegó, pero seguro que la espera compartida de un hijo es mejor que cualquier enamoramiento cualúnque, platónico, que no tiene razón de ser…”

“Tengo miedo, Juan. Frío y miedo”, suspiró mi mujer. En ese momento me sentí fuerte. Toda mi masculinidad junta se puso al servicio de un solo objetivo: protegerla. Me acerqué suavemente, le acaricié la cara, le comí la boca sin preguntar y, sin dejar de mirarla a los ojos, comencé a bajarle los pantalones. Por mi cabeza se iluminaron recuerdos de Chascomús. La carpa, el amor, la libertad. Cuatro años habían pasado. Desabroché su corpiño y, sintiendo como ella me bajaba los shorts de fútbol –los únicos que habían logrado resistir al accidente aéreo-, decidí que no me arrepentía de nada.

Nos encontrábamos en un mar abierto, pero la noche hacía de ese el sitio más íntimo y salvaje. Éramos los únicos seres racionales de aquella marea. La única escoria que podía superar los instintos y amar a pesar de cualquier adversidad. “Solo el amor logrará vencer las inquisiciones”, resonaba en mi asustada mente.

“Todavía me emocionan tus ojos. Todavía tengo esperanzas de cambiar el mundo con mis acciones. Si no soy el héroe de la Historia que quise ser, seré tu héroe. Y nuestra tragedia, esta anécdota”, le dije mientras le demostraba que, aún en las peores condiciones, todavía complementábamos.